El 11 de Noviembre la señora Budd recibió una carta cuyo contenido la dejó de una sola pieza:
"Querida señora Budd:
Hace algunoas años, mi amigo el capitán John Davis, zarpó de California hacia Hong-Kong, que por aquel entonces estaba sufriendo los problemas del hambre. Las calles se habían vuelto muy peligrosas para los niños menores de 12 años, pues existía la costumbre de matarlos, cortarlos en pedazos y vender su carne como alimento. Antes de partir a New York mi amigo capturó a dos niños (6 y 11 años respectivamente), los mató, guisó su carne y se la comió.
Esa es la razón se que hace unos años yo acudiera a su casa el 3 de Junio de 1928 y, con el
pretexto de acompañarla a una fiesta infantil que iba a dar mi hermana, me llevara a su hija
Grace hasta una casa abandonada de Westcher County, Worthington, donde la extrangulé, la corté en pedazos y comí parte de su carne. No me la tiré. Murió siendo virgen."
La señora Budd sufrió un terrible sock que la llevó a ponerse en contacto con la policía, que tras una ferrea investigación, lograron determinar la procedencia de la carta. Siguieron la pista de Albert Fish hasta una mísera pensión de la calle 52 donde fue arrestado el 13 de Diciembre. Entre las pertenencias que se hallaron en su casa se destacaron los recortes de periódico donde se narraban loscrímenes de Fritz Haarmann, el carnicero de Hanover.
En su decalracón, Fish afirmó que después de haber estrangulado a la niña, le quitó la ropa, le cortó la cabeza con un trinchante y partió su cuerpo en dos con una sierra a la altura del ombligo. Escondió la mayor parte del cuerpo en el lugar del crimen y se llevó consigo cierta cantidad de carne, que cocinó de varias formas (con zanahorias, cebollas y con tiras de beacon) , y que consumió durante el curso de las semanas siguientes.
Mientras le estudiaba un psiquiatra, Fish confesó que se sentía obligado a torturar y matar niños, y que solía actuar siguiendo ordenes divinas de Dios, cuya voz oía frecuentemente. En cuanto a la canibalización, Fish contó que esos actos le provocaban un estado de extasis sexual muy prolongado.
En el juicio se demostró que no hubo ninguna perversión que no practicara, y con frecuencia. Fish admitió haber abusado de al menos 100 niños y haber asesinado otros 15. Sus perversiones no se limitaban a otras personas ya que el también gustaba de practicarse dolor a si mismo. Uno de sus sistemas favoritos era clavarse agujas alrededor de los genitales. Una radiografía descubrió un total de 29 agujas en el interior de su cuerpo (algunas con tanto tiempo que habían empezado
a oxidarse). En otrs ocasiones había intentado introducirse agujas debajo de las uñas, pero no tardó en renunciar a ello cuando el dolor se hizo insoportable. También confesó las emociones que experimentaba al comerse sus propios excrementos, y el obsceno placer que le producía introducirse trozos de algodon empapado en alcohol dentro del recto y prenderles fuego.
Los hijos de Fish contaron como habían visto a su padre golpeandose el cuerpo desnudo con tablones claveteados hasta hacer brotar sangre.
Finalmente fue condenado a la silla eléctrica. Fue ejecutado el 16 de Enero de 1936 en lo que fue la experiencia más agradable y afrodisíaca que jamás experimentó Albert Fish (acudio a su ejecución entusiasmado en busca de nuevas experiencias).