Seres mágicos del elemento tierra:
Estas criaturas se caracterizan por preferir la estación del invierno, por ser nocturnas,y por tener energía receptiva.
En forma genérica estos elementales terrestres, son llamados: duendes; que significa “el que habita”, son pequeños diablillos que disfrutan haciendo travesuras en algunos hogares o cerca de ellos.
Quienes los han visto, afirman que son pequeños, (de 30 cm. a 1 metro).
Son capaces de modificar sus formas y tamaños según les plazca. También pueden hacerse invisibles y vuelven a hacerse visibles si así lo desean, porque ellos pertenecen al reino Sutil.
Como están compuestos por materia etérea, estas criaturas etéreas también pueden transformarse en distintos animales domésticos, como gatos, perros, aves o mariposas. Esta habilidad la utilizan para despistar a los humanos.
Los duendes burlones que son los que tienen más habilidades que los otros y han incrementado este poder desde hace miles de años, pudiendo aparecer con apariencia humana.
Los duendes y los gnomos por ser los seres elementales del elemento tierra son los responsables cuidar y proteger a toda la naturaleza, donde es el lugar que ellos mayormente habitan: bosques, selvas, en cuevas subterráneas o en los huecos de los árboles.
Otros duendes, llamados duendes domésticos viven en hogares o cerca de ellos, pero que estén deshabitadas, y en lugares lejos de la civilización. Por lo general los duendes son buenos, inquietos y simpáticos, pero si se les ofende pude hacer bromas muy pesadas. Una de las bromas que más disfrutan es hacer desaparecer las cosas o cambiarlas de lugar para molestar y reírse de los humanos. Pero también cuando están de buen humor les gusta colaborar en las tareas con las personaza. Como ellos son muy susceptibles, hay que evitar ofenderlos, les gusta mucho que los homenajeen dejándoles leche y un poco de pan.
Rechazan a la muerte, por eso han creado una pócima para alargar la vida y rejuvenecer.
Aunque son pocas las hembras en esta especie, existe la vida sexual y se procrean, pera las hembras no son muy fértiles, por esto y debido al progreso del hombre la cantidad de duendes ha disminuido mucho.
Detestan la falta de estética, les gusta vestir ropas y accesorios de gran belleza y elegancia.
Les gusta conectarse con las hadas y con los ángeles de quienes aceptan sus consejos.
Cuando eligen un lugar para vivir, suelen apegarse mucho a él.
Cuando una persona desea comunicarse con ellos, puede hacerlo por medio de oraciones, pero con mucho respeto y espiritualidad, haciéndose visibles si así lo desean. Pero no se debe olvidar que a la menor ofensa son muy rencorosos.
Así como muestran simpatía por una persona, también pueden mostrar desagrado.
Unos de los lugares donde habitan los duendes domésticos son en Los Pirineos de Aragón, debajo de los aleros de las casas abandonadas.
Las duendas o duendes femeninos ayudan en las tareas del hogar a las mujeres trabajadoras de los países eslavos. En Gran Bretaña se encuentran las duendas sedosas porque se visten de sedas blancas.
Existen unos duendes que son muy malos: los vampirizantes que se alimentan de la energía humana y los lascivos que gustan tener relaciones sexuales con las mujeres, ambos se presentan en las noches, cuando duermen las personas.
En los jardines o en el campo existen unos duendes, identificados con las hadas porque poseen dos pares de alas y sólo se les puede ver al amanecer o anochecer, vistiendo ropas del color de las flores, adquiriendo formas a veces de insectos o mariposas, pretejiendo a cada momento a las plantas y a las flores. Suelen vivir en comunidades, con jerarquías en un régimen monárquico. Las estaciones que mas se manifiestan es en verano o primavera, permaneciendo aletargados en las otras estaciones, descansando en los troncos, cerca de la tierra.
Existen unos duendes que son de color verde, con orejas puntiagudas, muy traviesos viven entre los pastos verdes.
En España hay otros que toman formas de ratón colorado. Otros tienen enormes pies y orejas y su rostro está cubierto de arrugas.
Algunos usan enormes sombreros terminados en puntas y otros enormes boinas rojas. También en España viven unos duendes que les gusta mucho tocar la flauta o el órgano.